Un compañero duradero para su café: el filtro permanente de café
Preparación de café original sin filtro permanente de café
Ya sea como una pausa consciente en la agitada vida cotidiana, por razones de protección del medio ambiente o como un homenaje a los “buenos viejos tiempos”: los filtros de café están experimentando un asombroso renacimiento – y proporcionan más de UNA buena razón para ello:
Después de que el cafeto y sus semillas aromáticas llegaran desde la mañana hacia el oeste, la preparación del café se desarrolló constantemente. Al principio, la bebida todavía se producía según el modelo oriental, pero pronto se produjeron los primeros cambios. La mera ebullición de agua y café en polvo se perfeccionaba con todo tipo de accesorios. En primer lugar, un filtro para evitar la formación de posos de café y para adaptar la “poción de café” terminada al gusto europeo.
En el pasado, el café se hacía con un filtro permanente. Los pasos necesarios se asemejaban a un pequeño ritual: al principio, cada grano de café era cuidadosamente picado. El molinillo de café utilizado para este propósito trabajaba en operación manual y requería el esfuerzo correspondiente. El polvo de café que obtuvieron se colocó en un filtro textil y se bebió con agua hirviendo. El ama de casa anticipatoria captó la infusión de café resultante en una jarra precalentada, porque podía pasar mucho tiempo antes de que la última gota de café se coagulara a través del filtro permanente. Pero el resultado fue un placer y pudo competir fácilmente con los productos de la primera máquina de café.
Bolsa de filtro de papel vs. filtro permanente de café
Se había presentado al asombrado público en 1855 y funcionaba como muchas cafeteras todavía lo hacen hoy en día: con filtros de papel que retienen los posos de café no deseados en un tamiz bien tejido. Pero tanto la rapidez con la que trabajan las cafeteras modernas como la calidad del papel tienen una influencia duradera en el sabor del café terminado.
Filtros permanentes de café en diferentes versiones
Para todos aquellos que valoran el café de alta calidad y quieren seguir haciendo café como un ritual, hay una alternativa a la bolsa de filtro de papel ampliamente utilizada. Para ser más precisos, hay dos – porque los llamados filtros permanentes de café están disponibles en diferentes versiones. Existen variantes metálicas y textiles. Con ambos se puede elegir entre diferentes perforaciones: Mientras que los artículos más gruesos son especialmente adecuados para el espresso, los filtros de café finamente perforados garantizan el disfrute clásico.
Bueno para el medio ambiente, su cartera y su café: filtro permanente en uso continuo. Lo que todos tienen en común es que aprovechan mejor el aroma del café y, por lo tanto, requieren una cantidad significativamente menor de polvo de café. Además, los filtros permanentes de café son buenos para el medio ambiente, ya que no requieren procesos químicos ni agentes blanqueadores y ahorran valiosos recursos. Dado que el filtro permanente de café es un artículo único con muchos años de uso, también es fácil en su cartera. Incluso los especímenes cocidos al vapor con oro son una alternativa económica a largo plazo y la mejor opción a la hora de preparar café de forma aromática y respetuosa con el medio ambiente.
